jueves, 21 de abril de 2011

El #13 no es de mala suerte!!!

Hoy me encuentro en el paradisíaco puerto de Acapulco, llegar fue una experiencia diferente y no me refiero al tráfico o a la inseguridad que existe en muchas de las carreteras de nuestro país, me ocurrió algo muy extraño relacionado con el número 13.

Por regla general, cuando tengo la necesidad de comprar un boleto de camión lo hago yo mismo, sin embargo, la semana pasada, por la carga de trabajo que me impuse para poder salir de vacaciones en semana santa y de pascua le pedí a mi Secretaria que me hiciera el favor de comprarme los boletos del camión, tanto de ida como de regreso de Acapulco.

Recuerdo que claramente le pedí que me comprara el boleto de ida para el día 20 de abril y el regreso para el día 2 de mayo, el primer intento que realizó mi querida asistente fue vía on line, digo que fue intento en virtud de que como tenía muchas cosas que hacer (actualizar su muro en Facebook) la sesión que había iniciado le feneció, su pretexto fue "...es que no lo quise interrumpir para que me diera su contraseña...", yo le contesté "...ok no hay problema, pero hay que checar si no me hicieron el cargo a la tarjeta..." así lo hizo y afortunadamente no hubo cargo alguno.  Por cierto licenciado (me preguntaba) que asiento quiere, yo sin dudar, me dije a mi mismo, por regla general el asiento número 13 siempre está desocupado, la razón es que para la mayoría de la gente ese número es de mala suerte, y así le conteste quiero el #13.

La compra del boleto la hizo después vía telefónica, según ella con todo éxito, hasta me anotó en una tarjeta los números de folio y de autorización, ahora que la reviso ahí claramente dice que el boleto es para el día 27 de abril hecho que desafortunada o afortunadamente no revise. Todo esto ocurrió el día 15 de abril.

El día domingo, al regresar de Querétaro a la Ciudad de México decidí que era un buen momento para imprimir el boleto para Acapulco, sin embargo, la excesiva fila en Estrella de Oro me hizo desistir, me dije a mi mismo, el miércoles antes de subir al camión lo imprimo, total yo salgo a las 3 de la tarde de la oficina y el boleto está para las 5. Eso iba a hacer pero una de mis "seguidas" en twitter escribió que ella iría por su ticket un día antes en virtud de que le habían dicho que las filas para hacerlo eran increíblemente largas, eso me hizo reflexionar y decidí cambiar de opinión, recogería mi boleto el día 19 de abril después del trabajo.

Así lo hice, me presenté en la central camionera del sur y me encontré con lo que mucho se decía, la fila para comprar boletos para Acapulco no era larga, era larguísima, por ello me acerque a uno de los empleados y le pregunté si me tenía que formar ya que solamente iba por la impresión de mi ticket, el me dijo que en la primera caja los imprimían, que por cierto estaba sola, me apersone con el empleado quien amablemente me pidió todos los datos de la operación y procedió a imprimir y a entregarme el tan referido boletito, el de salida con el asiento número 13 y el de regreso con el número 14, yo recibí el documento y sin más me lo guarde en el saco sin revisarlo.

Por fin llegó el día de la salida, me traslade con mucho tiempo a la terminal, llegué a las 4 de la tarde, me fui a comprar un sandwich en Subway, piña con chile y agua para el camino y ya todo surtido para mi viaje entré a la sala de espera Vip (yo viajé en Servicio Diamante) de Estrella Blanca, ahí es el primer filtro de seguridad, la señorita de forma inmediata me pidió mi boleto, yo sin más se lo entregué, lo revisó y me dijo "...usted sale a las 17:15 hrs. le ofrezco un refresco..." asentí a ese ofrecimiento, recibí el líquido y asenté mi humanidad en una de las butacas y esperé.

Al poco tiempo apareció otro empleado de la compañía, nos pidió que hicieramos una fila y que con boleto en mano fueramos pasando, ese era el segundo filtro de seguridad, al llegar mi turno le entregue mis boletos que todavía venían unidos, esta persona los reviso y dijo "...asiento #13 pase usted..." y recuerdo que casi rompe mi boleto de regreso, le pedí que no lo hiciera y los volvió a revisar y con un "...usted disculpe..." procedí al tercer filtro de seguridad después de pasar por el arco detector de metales y el masaje (revisión) obligatorio de la empleada de vigilancia.

El tercer filtro fue con el maletero, me preguntó mi destino y hora de salida para después de ser respondidos sus cuestionamientos recibirme la maleta, meterla al camión y pedirme el boleto para pegarle la contraseña, recuerdo que revisó el boleto y me dijo "...asiento #13 buen viaje...", agradecí los buenos deseos y me dirigí al cuarto y quinto filtro de seguridad.

Para subirme al camión y recibir el tan deseado "survival kit" que contenía referesco, empanadita y mini papitas tuve que hacer otra fila en la que el chofer del camión iba pidiendo a los que pasaban su boleto y una identificación, saque la identificación y al llegar mi turno le entregué los dos documentos y al revisarlos dijo "...asiento #13 bienvenido..." y se volteó a la señorita que entregaba los paquetes alimenticios para decirle solamente "...13...", dicha señorita hizo una anotación, o al menos eso pareció, en una hojita y me preguntó la marca de refresco de mi preferencia, yo le respondí Coca Cola por favor, de esa no hay respondió sólo hay Pepsi, bueno que sea una "Pecsi".

Después de recibir el citado survival kit, llegué al quinto filtro de seguridad, la revisión de rigor era llevada a cabo por personal de seguridad privada. En este filtro uno de los empleados pidió mi identificación y el boleto los cuales le fueron entregados, el procedió a cotejar nombres y dijo "...asiento #13 buen viaje jefe..." gracias le respondí y pasé con su compañera quien me volvió a revisar, hecho lo cual subí al camión, llegué al asiento #13, dispuse todo lo necesario para iniciar el viaje y procedí a esperar el arranque.

En esa espera, de repente se acerca una bella dama de unos 25 o 26 años de edad y me dice "...creo que estás en mi lugar..." yo le respondí con cierta soberbia con un "...no lo creo..." y le pregunté que número de asiento tienes, ella dijo el #13 y le respondí que yo también lo tenía, ella dijo "...a que hora sales?..." yo le respondí que a las 17:15 hrs y ella reviró con un "...yo también...", así que lo único que quedaba era el día de la salida, cuestión que le pedí que verificara, no lo hubiera hecho, ella me mostró su boleto y claramente decía 20 04 2011 y el mío 27 04 2011, en ese momento el pánico me invadió, yo no tenía por que estar sentado en ese momento en el asiento #13 mi boleto era para otro día, ella al ver mi cara y creo sentir mi preocupación dijo "...no te preocupes me siento aquí al lado..." así lo hizo mientras yo me preguntaba Que hago??? me bajo o me quedo, en ese momento la señorita que me entregó el paquete alimenticio subió y empezó a contar a los pasajeros, se bajó para 5 minutos después volver a subir para contar nuevamente a los pasajeros y preguntar por un tal Leopoldo, nadie respondió y antes de bajarse le dijo al chofer "...llevas 22 pasajeros...".

Yo me decía a mi mismo, la persona que ocupa el asiento en el que está sentada la chava que debe ir en mi lugar no tarda en subir, la va a mover y yo me voy a tener que bajar y sabe Dios para cuando voy a encontrar boleto para salir a Acapulco, ella no se movía y parecía totalmente despreocupada de lo que pasaba en ese momento, tan despreocupada estaba que no dijo absolutamente nada del invasor del asiento #13.

Los minutos pasaron, la puerta del camión se cerró y el chofer nos dió la bienvenida, nos pidió que nos abrocharamos los cinturones y arrancó saliendo de la terminal en punto de las 17:20 horas, yo la verdad en ese momento todavía esperaba que el autobús se detuviera intempestivamente para que alguien subiera para pedirme que me bajara, eso no ocurrió. Ya cuando el camión tomó Tlalpan la verdad me tranquilice, empecé a recoger mis cosas y le dije a la amable pasajera a la que le había invadido su lugar "...dame chance me siento en donde tu vas para que te pases acá, al asiento #13...", ella solamente sonrió y me dijo "...ya no se preocupe, aquí voy muy cómoda..." lo único que pude hacer es darle nuevamente las gracias y regalarle un chocolate que había comprado minutos antes en la tienda, ella lo recibió, sonrió, abrió el chocolate y se lo comió, no dijo nada más durante las cinco largas horas que duró nuestra travesía hacía el paradisíaco puerto de Acapulco.

Al llegar le voy a agradecer nuevamente me dije, sin embargo reflexioné y pensé que a lo mejor ella va a decir "...ya chale con tanto agradecimiento..." y la verdad creo que eso iba a pasar, en eso el camión entró a la terminal, se estacionó y abrió la puerta para que todos bajaramos, que le digo pensé.

No fué necesario decirle nada, antes de bajarse ella me miró y dijo: "...después de todo el #13 no es de mala suerte..." y se despidió con esa sonrisa tan especial.

Hoy disfruto gracias a ella y a su silencio de unas maravillosas vacaciones con mi familia y puedo darme el lujo de compartir con ustedes esta experiencia, resultado de la cual creo que tendré mucho de que hablar con mi querida Secretaria y a partir de ahora comprar yo mismo mis boletos y para la próxima fijarme bien en las fechas y en las horas, no creo volver a tener tanta suerte.

De todo esto a mi me queda una gran enseñanaza pero ustedes que opinan el #13 es de mala suerte o de plano tengo un excelente Angel de la guarda?

Espero sus comentarios. Gracias.

1 comentario:

  1. Já! xD que bueno que tuviste suerte, abogado, pues yo no me considero supersticiosa, bueno un poquitín, pero yo nunca le hago el feo a ese temido número, mi mejor amiga de hecho nacio un día 13 y siempre doy gracias de haberla conocido.

    Por otro lado, me da gusto que hayas abierto un blog para explayarte y porque además siempre he pesado que escribir es un ejercicio maravilloso para aprender a ordenar nuestras ideas, para relajarnos un poco y dejar un pedacito más de nuestra esencia.

    Muchos saludos [con harta envidia por tus ricas vacaciones] y espero verte pronto ñ__ñ

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